El género de ciencia ficción no está en sus mejores momentos. No obstante, todavía nos encontramos con obras y autores que siguen promoviendo este género.

Portada de la edición francesa de Sapiens Imperium

Hace años, la ciencia ficción nos inundaba, la encontrábamos por todas partes: cine, televisión, literatura, etc. Algunos ejemplos destacados son las afamadas Blade Runner, Star Wars, Yo, Robot, GATTACA, Star Trek, etc. El mundo del cine, todavía logra mantener –de un modo u otro– cierta presencia de este tipo de obras. Ahora bien, en el mundo del cómic, no es tan frecuente.

En la actualidad, las obras vinculadas con las galaxias, están relacionadas –en buena medida– con los superhéroes y con las luchas entre seres con poderes impresionantes. Por ello, cuando nos encontramos trabajos como Sapiens Imperium solamente podemos aplaudir. Fundamentalmente, este aplauso proviene del carácter realista y creíble  que plantea la historia. Esto es, no es una narración fantástica, sino una historia alternativa e imaginativa. Este matiz es importante.

Sapiens Imperium vio la luz en Francia durante este año y gracias a Humanoïdes Associés. Actualmente se está traduciendo a otros idiomas y hemos sabido que acaba de ser lanzado en Portugal. Esperamos que, antes o después, lo podamos ver en el mercado español.

La historia nos cuenta, como viene siendo habitual, que tras unas guerras interplanetarias se ha conformado el denominado Imperio Sapiens. El imperio tiene en su poder unas máquinas que poderosas que les otorgó una gran ventaja en todas las batallas y, finalmente, terminaron siendo los regentes de dicho Imperio. En él conviven una gran cantidad de especies que han terminado siendo esclavos de este grupo de poderosos. Un grupo de humanos vive en un planeta poco amigable llamado Tazma, allí todavía se mantiene la esperanza de libertad. Fruto de ese deseo, paulatinamente se va a ir gestando la rebelión contra el Imperio Sapiens.

Al acercarnos a la obra, parece imposible no pensar en La Guerra de las Galaxias. Bueno, es verdad. De cualquier modo, al ir adentrándose en la historia esta impresión inicial se diluye. Sam Timel (guion) y Jorge Miguel (dibujo), construyen dos narraciones que son originales y diferentes. Además, centran el interés narrativo en los aspectos políticos de la historia y no tanto en las connotaciones religiosas de Star Wars. Por esto, logra que nos separemos de esta obra de referencia.

A su vez, entronca con la literatura más clásica de nuestro entorno donde las guerras entre humanos estructuran la historia. En esta obra sucede lo mismo. El Imperio está personalizado en una dinastía humana y los rebeldes en otra. De ahí que podamos afirmar que la obra tiene un destacado carácter moderno, aunque también presenta los típicos elementos posmodernos que permiten que tenga actualidad. En este sentido se combina, magistralmente, tradición y actualidad.

Por último, queremos destacar el trabajo de Miguel por su realismo, dinamismo y por su capacidad para transmitir. En este sentido, logra conjugar un dibujo rápido, clásico y efectivo, con una narrativa matizada y repleta de detalles. En este sentido, es llamativo ver la cantidad de personajes que ha logrado desarrollar sin que resulten repetitivos.

Por Juan R. Coca