Aleta publica el último trabajo de Palomar y Camallonga que nos adentran en la investigación de un tortuoso crimen

Portada de Cachorro

El cómic estatal ha sido adentrarse con comodidad en el ámbito del cómic negro. Cachorro es un buen ejemplo de esto. Un trabajo con cierto carácter histórico, bien documentado y que nos recuerda muchas de las tragedias cometidas por algunos sectores de la sociedad en aquella etapa. Esta novela gráfica, además, no entra en sentimentalismos. Tiene un carácter descriptivo de los sucesos históricos, aportando credibilidad a todo el contexto de la misma.

En esta obra, Jorge Palomar y Paco Camallonga se centran en el interesante personaje de Cachorro. Una persona que ha terminado en la cárcel por un asesinato que, según él, no cometió. En las primeras páginas de la novela gráfica, vemos que Cachorro es conducido a una sala de interrogatorios donde dos agentes del cuerpo nacional de policía se van a interrogar. En este interrogatorio nos indican que el cuerpo de la persona asesinada, ha aparecido fruto del desbordamiento de la presa de Tous.

Con este inicio, los firmantes de esta obra nos ponen frente a ese criminal, un tanto extraño y duro, apodado Cachorro. Una persona que ha tenido una vida complicada durante el franquismo y su única manera de salir del mundo en el que vivía era, como les pasaba a muchas otras personas, el trabajo. Ahora bien, el trabajo no es algo hermoso y dulce, repleto de satisfacciones. Todo lo que tiene que ver con la humanidad tiene su lado bueno y su lado malo. Por supuesto, en esta novela también sucede lo mismo.

Cachorro es un personaje curtido, endurecido por la vida, por sus decisiones y por sus ansias de ser el mejor. También puede ser una persona dulce, aunque esto resulta bastante complicado. Posiblemente sólo serán algunas personas concretas las que puedan dibujarle una sonrisa dulce en su cara. Al fin y al cabo, su olfato (por eso le llaman cachorro) le permite darse cuenta de cosas y situaciones que los demás no ven.

Estas capacidades lo convierten también en un peligro para aquellos que no desean ayudar a los demás. Por eso es relativamente lógico que los poderosos quisieran deshacerse de él. Pero él es un sabueso, antes o después reconoce a su presa y logra desentrañar el más intrincado caso policial con el que un agente podría toparse.

Cachorro, en cierto modo, tiene talante de antihéroe. De hecho, recuerda, aunque con muchas diferencias, a Lobezno. Es una especie de lobezno a la española e inserto en el mundo del franquismo. Ahí transita una buena parte de la obra y de la vida del personaje. Finalmente pudo salir y buscar, así, a las personas que acabaron con su vida.

En esta obra las narraciones visual y escrita se conjugan a la perfección logrando conforman un trabajo con cierto aire espeso y oscuro. Me hubiera gustado que la narración visual fuera un poco más oscura, aunque esto es mera opinión y, por tanto, no tiene ninguna importancia. Digo esto, fundamentalmente, puesto que estamos ante un trabajo muy destacado y que nos hará pensar, más allá de toda la acción que encontraremos entre sus páginas. Un cómic de 96 páginas, con un color sereno, generador de una pregunta que no puedo quitármela de la cabeza ¿Por qué no se apuesta más por lo nuestro?

Por Juan R. Coca