Holms y Piorot (Diábolo) se unen para intentar descubrir unos asesinatos muy extraños

José Ángel Labari Ilundain, habitualmente conocido en el mundillo como Jali es un escritor y dibujante que le entusiasma la construcción de obras de carácter fantástico. En Plexiglás (Astiberri) nos transportaba al mundo de la literatura clásica y la enlazaba con el humor negro. Con ella logró obtener el premio Junceda de ilustración y fue nominado a diversos premios en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona 2005. Este mismo juego narrativo también lo pone en funcionamiento en su obra El último gran viaje de Olivier Duveau (Astiberri).
Recientemente, dentro del sello Diábolo ediciones, publica el trabajo Holms y Piorot. El caso de los cadáveres exquisitos. Esta obra muestra ese gusto clásico del autor, entreverado con un humor negro sencillo y dulce. Parece que Jali quiere que éste sea uno de sus sellos personales y, francamente, creo que un cóctel maravilloso.
En esta obra se reúnen personajes del mundo de la novela negra que van a intentar descubrir el asesino que ha dejado, en las calles, unos cadáveres francamente chocantes. No entraremos en detalles para no fastidiar la lectura. Los centraremos en mostrar la construcción de los personajes que nos propone Jali. Holms y Piorot son dos nombres bien conocidos, con unas características insertas en el imaginario colectivo.
Jali, con un sencillo y elegante humor, subvierte este imaginario para conformar una obra que no resulta alejada del imaginario, aunque logra darle la vuelta. Desde luego, este aspecto me parece una de las mayores genialidades de la obra. ¿Cómo es posible que un creador sea capaz de subvertir y conservar un imaginario tan anclado en la cultura? Francamente, no lo sé. Pero, desde luego, el trabajo resulta efectivo, divertido y sugerente.
De la misma manera, si nos acercamos a la obra veremos que su dibujo tiene cierto carácter infantil. Ahora bien, eso no quiere decir que no sea posible mostrar un cadáver descuartizado, al más puro estilo de un particular Jack El Destripador. Nuevamente estamos ante un juego narrativo de gran brillantez. En línea con esto, Jordi Canyissà, indica que Jali ha optado por realizar un cómic para todos los públicos, y está en lo cierto. Pero sin tratar a los niños de una manera ñoña e, incluso, infantilizándolos. No, Jali respeta al lector y no tiene problemas en hacer bromas con lo más escabroso que podamos pensar. ¡Y funciona!
Para poder contrastar esta impresión inicial, le pedí a Álex (un niño de 11 años) que leyese la obra y me dijera qué opina. Pues, le entusiasmó. Tanto que me pidió si podía regalarle el libro. Por todo esto finalizamos indicando que, sin duda alguna, Jali es uno de los autores, del panorama estatal, más innovador. Logra hacer cosas sorprendentes con dibujos sencillos y directos. Cuando terminé de leer el trabajo, magníficamente editado, solamente me vino a la cabeza la idea de les macarons parisinos. Unos pequeños dulces, elegantes y deliciosos.
Por Juan R. Coca