Whodunnit? es un trabajo que sorprende y entretiene gracias a unas narrativas solventes y bien construidas.

El Torres es uno de los narradores escritos más solventes y reconocibles de la actualidad. Sus trabajos destacan por cierto talante oscuro y denso, donde el miedo o el suspense ocupa un lugar destacado. Una de sus obras más relevantes es la excitante Camisa de fuerza. Su poderosa narración la convierte en una de las obras fundamentales del cómic de terror estatal. Con Whodunnit? (Karras) mantiene este estrategia discursiva, estructurando una historia de suspense con aire fantasmagórico. En este sentido, la obra sí parece “hija” de El Torres.
Un trabajo con carácter victoriano, permite conducir la narración hacia esas obras clásicas de las obras de misterio. En este sentido, muchos personajes exudan esa oscuridad tan necesaria en este tipo de trabajos. Ahora bien, El Torres no parece amigo del juego narrativo, por eso nos sorprendió ver que entraba en él empleando la dulzura de uno de los personajes principales. Dulzura que, además, se incrementa por el hecho de ser un mamífero adorable y hermoso. Este juego, por otro lado, se incrementa por el empleo de esta dulzura para abrir las puertas a los elementos más inquietantes de la obra.
Ahora bien, no pretendo afirmar que este juego narrativo sea un defecto o un elemento reprochable. Al contrario, es una paradoja discursiva que funciona francamente bien y que permite conformar una historia a caballo entre lo dulce y lo tenebroso. De hecho, creo que el uso de animales antropomorfos tiene esta finalidad paradójica. Ahora bien, no tengo claro que el resultado final sea del gusto de los seguidores de El Torres.
La historia consigue que nos olvidemos del carácter animal de los personajes y nos centremos en el desarrollo de la historia. Esto, desde luego, es todo un logro. Ello es fruto de una historia bien construida que te mantiene en tensión y te atrapa durante las páginas. El final, curiosamente, no es lo que más nos ha sorprendido de la obra. Lo que más me atrapó y sorprendió, es el personaje principal.

Por otro lado, los personajes que adornan esta historia (que recuerda a las obras de Poirot o de Holmes) tienen un talante inquietante que ayudan a mantener el aura de la obra. Al fin y al cabo, el título de la obra ya nos adelanta que estamos ante una ¿clásica? obra de suspense. La cual, por otro lado, incorpora alguno de los tropos y tópicos de este tipo de trabajos. Por esta razón, la obra no es innovadora en la forma, pero sí llamativa en el fondo.
Por otro lado, la narración visual es excelente, repleto de detalles y cuidada. Cifuentes logra transmitir mucho y complementa, perfectamente, la narración escrita. El trabajo resulta creíble y dinámico. Lo que permite que la acción funcione muy bien y los cambios entre los diferentes elementos significativos del cómic sean naturales. Al ver los bocetos en blanco y negro, creo que podría ser un acierto reeditar la obra sin color y matizando más los oscuros. Pero bueno, como siempre, esto es simplemente una opinión.
Por Xiana Martín.