
Esta serie, firmada por Nob, nos conduce a un mundo entretenido y actual.
En el mundo actual ha cambiado notablemente la concepción de la familia. Ante esta realidad, Nob (Bruno Chevrier) nos plantea una posibilidad, entre otras, de lo que nos podríamos llegar a encontrar. Una familia donde un varón se ocupa de sus hijas. Bueno… una posibilidad, entre otras. Pero, claro, eso no parece muy llamativo, así que Nob ha rizado el rizo y plantea una familia amplia. Cuatro hijas, cada una de una madre distinta, con personalidades muy diferentes. Ello hace que esta “realidad” se vuelva un tanto complicada. Pero Nob incorpora un elemento más. Dad está en paro, por lo que se centra en cuidar a sus hijas.
Pues bien, la serie, que acumula cinco volúmenes y que está publicada por Dibbuks en España, se centra en la cotidianidad y en las numerosas pequeñas cosas que, vistas desde fuera, resultan hilarantes. Un grano, la sensación de ser mayor, el trato con las niñas, entre otras situaciones convierten a esta sencilla obra en un divertido entretenimiento. La estructura de la obra está planteada como si fueran pequeñas historias. Una serie de flashes que nos muestran algún detalle de la historia de esta familia tan peculiar.
La particularidad de Dad es cierto infalisismo del personaje (es como un niño grande), combinado con una caracterización como un hombre de mediana edad con cierto cansancio mental. Esto hace que las pequeñas historias logren ser graciosas y, por supuesto, también muy dulces. De ahí que la serie sea agradable y el lector pueda pasar un buen rato con estas obras. Recientemente Dibbuks ha publicado la segunda edición del primer volumen de la serie y pensamos que los otros números irán por el mismo camino.
En la narración gráfica, la obra muestra también un carácter también sencillo. Nob logra transmitir emociones sin grandes alardes de detalles o de profundas elaboraciones. No es la intención de la obra, por supuesto. La obra tiene un carácter comiquero clásico y toda ella lo muestra. Por ello, nos encontraremos páginas con viñetas pequeñas que permiten condensar diferentes elementos en una página. De este modo la lectura es ágil, ayuda a ese carácter humorístico y, además, permite condensar las pequeñas historias en pocas páginas.
Una serie con ese aire de calidad que muestra el cómic europeo y, por supuesto, el sector francés. Un trabajo sencillo, divertido y, en cierto sentido, clásico. Si te gustan los cómics franceses que tanto éxito han logrado en España, te gustará Dad.
Por Juan R. Coca